PJ._ Pato a la naranja.
VZ._ Cordero!!
PJ._ Pato a la naranja!!
VZ._ ¡¡¡Corderaco!!!!
PJ._ Pato a la naranjaaaaaaa!!!!!!
VZ._ CORDERACO!!!!!!!!
PJ._ ¿Y por qué no hacemos una cena vegetariana? Así cuidamos nuestros cuerpos para poder destrozarlos después a base de alcohol.
VZ._ Mira, lo del alcohol me ha convencido.
Acto seguido echamos mano de un libro de recetas vegetarianas que Pajarito tenía en su haber, aunque jamás imaginamos que encontraríamos esta maravilla.
Las recetas que encontramos van más o menos así:
ESPINACAS AL NATURAL:
750 gramos de espinaca-Sal.
Limpiar las espinacas y dejarlas cocer en agua salada durante 20 minutos.
CALABACINES SIMPLES:
8 calabacines medianos.
Cocer los calabacines en agua salada. Cuando se reblandezcan retirarlos del agua y escurrirlos.Los calabacines solos son un poco sosos. Acompañar con tomates o queso.
ENSALADA DE ESPÁRRAGOS.
Espárragos-Aceite-Sal-Perejil.
Aliñar los espárragos con aceite sal y perejil
ENSALADA DE PUNTAS DE ESPÁRRAGOS:
Puntas de espárragos-Aceite-Sal-Perejil.
Aliñar las puntas de espárragos con aceite, sal y perejil.
Y con esto se han hecho un libraco entero,oye..Y Pryca lo ha vendido por 1125 pesetas!!.¿Cómo no se me ocurrió a mí antes? Tengo un montón de recetas: MANZANA: morder manzana. CASTAÑAS: pelar las castañas antes de comer. AGUA: beber depositando el líquido en el interior de la boca.
Si lo pienso antes me hago rica.
y eso que con el tema de las castañas te podrías hacer dos o tres capítulos...o un anexo aparte... ya sabes, el microondas (uuuuuh)
ResponderEliminarCurioso, el objeto no hace justicia al acrónimo del sitio de donde procede Pryca, Precio (6 €uracos largos) y Calidad (bazofia donde las haya), eso si, al igual que hay un glorario culinario de tamaña valía, te sujiero que utilices tus dones para lo mismo pero hablando de sexo. Te forras seguro.
ResponderEliminarYo también tuve muchos libros de esos durante los años que duró mi etapa ovolactovegetariana.
ResponderEliminarMi pobre mujer estuvo todo ese tiempo sacrificada en los fogones preparando un menú diario especial para mi, mientras ella y nuestros dos hijos comían "normal".
Todo esto duró hasta que viajé a Estados Unidos y en Philadelphia estuve encerrado en un hotel durante tres días por una inmensa nevada que nos impedía salir. Para comer allí sólo había ensaladas y cosas con carne; así que no me quedó más remedio que comer aquello. La verdad es que ya estaba harto de ver comer al resto de mis compañeros "normal" y yo siempre apartado pidiendo "paisaje" para comer.
Cuando regresé y mi esposa se enteró, se puso en jarras y me dijo: "Hasta aquí hemos llegado". A partir de ese momento "normalicé" mi alimentación.
Esto es peor que Justin Bieber explicando cómo se hacen las castañas al micro jajajjaaaa
ResponderEliminar