12 abr 2012

Kill Zazo


Y cuando yo pensaba que comprar un coche era sencillo me encuentro otra vez con que pienso demasiado rápido.
Quedo con la chica que me lo vende a las 10:00 en la puerta de una gestoría de su barrio para hacer la trasferencia. Insisto en que sea A EN PUNTO, porque tengo muuucha prisa. Con esta capacidad de calcular el tiempo que Dios me ha dado, llego a las 9:35 y me siento en el banco de enfrente de la gestoría en cuestión. Y que yo veía que había un cartel,eh? Pero que no me daba por leerlo...El caso es que cuando llega la muchacha me dice "vámonos a otra". Yo pregunto "¿por qué?, y ella me dice "porque como bien pone en ese cartel el día 12 de abril cierran por cuestiones familiares"...AAAAAHHHHH...
Nos vamos a otra gestoría...no hacen trasferencias de vehículos. Nos vamos a otra gestoría...no hacen trasferencias de vehículos...Nos vamos a otra gestoría...Para resumir os diré que hemos recorrido seis gestorías hasta que hemos conseguido que nos lo hagan. La chica ni corta ni perezosa me ha llamado GAFE...y lo peor de todo es que no he podido rebatírselo.
Cuando por fin conseguimos nuestro objetivo y yo ya llegaba tardísimo a mi cita de las 12:00 me ofrezco amablemente a acercarla a su casa ya que el coche me lo quedaba yo. Me dice que tiene abono transporte y que si la llevo yo seguro que le hago tardar más.
Cojo el coche...por supuesto no me doy cuenta de meterme por la vía de servicio que me permite girar a la derecha y sigo por la calle principal, lo que me supone tardar cerca de 20 minutos más en llegar a mi casa pues tengo que pasearme por TODO el centro de Madrid y esperar pacientemente en todas las paradas de autobús a que suban los viejecitos cuyo abono transporte supongo que también subirá de precio.
Llego a mi casa. Veo un súperhueco para aparcar enfrente de mi portal. Tengo un coche de policía detrás.Pongo el intermitente. No consigo averiguar como se mete la marcha atrás. Después de varios intentos y teniendo en cuenta que la policía últimamente tiene un gusto especial por las balas de goma, decido dar la vuelta y aparcar encima de la acera al lado de los contenedores de basura (sin que me vea la poli) porque iba a ser el tiempo justo para meter al gato en la cesta y acto seguido en el coche.
Cuando realizo estas dos tareas, hago otro intento por meter la marcha atrás...meto la primera. Hago otro intento por meter la marcha atrás...meto la primera. Hago otro intento por meter la marcha atrás...Para resumir os diré que a los diez minutos tenía el coche absolutamente pegado a los contenedores de basura, al gato maullando, la radio puesta sin lograr quitarla, el móvil sonando, el limpiaparabrisas trasero funcionando en seco con el consiguiente ruido y a mi vecino apoyado en una esquina con una barra de pan en la mano y con cara de estar viendo un sketch de Mister Bean.
Salgo de coche como una loca despeinada y le suplico ayuda. Me explica que en los Renault hay que tirar de la palanca de cambios hacia arriba para meter la marcha atrás.
¡¡¡GRACIAS AMADO VECINO!!!!
Si os pica la curiosidad os diré que mi nuevo-viejo coche es un Twingo amarillo que se llama Kill Bill...Por si alguien tenía dudas de que el nombre imprime carácter.

1 abr 2012


MI DÍA DE HOY.

Mi día de hoy ha empezado muy agradablemente despertándome alrededor de las 9 descansada y feliz.
 El primer incidente ha sucedido cuando me he preparado un delicioso desayuno consistente en huevos duros, atún y surimi y lo he dejado encima de la mesa del salón mientras me iba a llenar la botella de agua...al volver mi gato estaba rechupeteando los huevos duros y quitándose una migaja de atún que se le había quedado en la nariz. Decidí que esto no podía siquiera nublar mi maravilloso día y sencillamente dejé que el gato desayunase y yo me tomé un yogur.
  La mañana se desarrolla tranquila. Ordeno la casa. Leo un rato. Veo un chavalito bailar rap fatal en "tú sí que vales". Como. Me echo la siesta. Me despierta el teléfono en el sueño más profundo. Pongo música. Me miro en el espejo y hago que canto Wicked mientras me imagino que soy una estrella de los musicales que deja a Risto Mejide absolutamente epatado. Me preparo para ver un coche de segunda mano que quiero comprar y para ir a dónde había quedado con la dueña y con un amigo mío que me hace el favor de acercarse desde Móstoles hasta el sitio en cuestión para echarle un ojo y que nadie me estafe.
.Al llegar al Metro vivo un chiste de Arévalo,gracioso según se mire. Estoy caminando andén arriba y abajo mientras leo mi libro y me choco con dos ciegos que venían de frente a mí con bastón y todo y a modo de disculpa les digo: "lo siento. No os había visto". (Bien, Vicky Zazo...como los ciegos no tengan sentido del humor te van a tener que sacar el bastón del mísmisimo orto).
Al entrar en el vagón casi vacío me siento, sigo leyendo y a las tres estaciones noto un cosquilleo en mi pierna derecha. Cuando miro, observo horrorizada cómo una cucaracha está subiéndo por mis preciosas medias rojas. Chillo. El señor de al lado le da un manotazo a la cucaracha y la pisa sin mediar palabra. Le doy las gracias. No media palabra.
Al llegar a mi destino y con intención de mirar la hora busco mi móvil en el bolso y me doy cuenta de que me lo he dejado en casa. (Bien, Vicky Zazo. Precisamente hoy que has quedado con dos personas en un sitio que no conoces de nada).
 Finalmente y por suerte esto no supone ningún problema pues todos estábamos a la hora indicada en el lugar acordado y para nuestra alegría se suma la madre de la dueña del coche y sus cinco perros.
 Vemos el coche. Damos una vuelta. Me gusta bastante. Acordamos un precio. Le digo a la chica que le doy los 100 euros de señal que había metido en el monedero para que me reserve el coche. Busco el monedero en el bolso. También me he dejado el monedero. Propongo ir a un cajero. La chica, la madre, mi amigo, los cinco perros y yo nos damos una buena caminata para encontrar un cajero. LLegamos a uno. No me acepta la tarjeta. Vamos a otro. Introduzco una tarjeta diferente. No me acepta la tarjeta.
 Muerta de vergüenza les pido disculpas y les pregunto si aceptan una transferencia. Aceptan. Mi amigo y yo nos despedimos de ellas. Mi amigo propone ir a tomar un café. Al no tener monedero ni tarjetas funcionales, además de hacerme el favor, venir desde Móstoles, gastarse el dinero en gasolina e invertir su tiempo conmigo, me tiene que invitar a una coca-cola.
Charlamos. Decidimos volver a casa. Me pregunta si me acerca en el coche ya que no tengo dinero. Le digo que tengo un Metro-bus. Nos despedimos. Me voy al Metro. Compruebo que he perdido el Metro-bus. Me vuelvo a casa andando. (Bien, Vicky Zazo..son sólo 6 kilómetros).
Por fin llego a casa y al abrir el buzón ¿qué me encuentro? Una carta que dice que me van a poner una demanda por una deuda (que no es mía pero no viene al caso explicar) que asciende a 394.12 euros.
Ahora entiendo lo de las tarjetas. Lo de monedero y el móvil sigue sin tener explicación.
 En este momento son las 21.30. No me atrevo a moverme del sofá....

13 ene 2012

¿¿Dónde están mis gordos??

Queridos amiguitos gordos:

¿Dónde estáis? Me he apuntado al gimnasio y no os he encontrado por ningún sitio. He mirado en la máquina de los bollos, en el bar de al lado, en la sauna donde antes comíamos bocadillos porque si comes mientras sudas no engordas...y nada.

Os echo de menos. Un gimnasio sin gordos es como un cielo sin estrellas. Antes nos reíamos de los cachas porque entendíamos que había una relación inversamente proporcional entre el músculo y el cerebro. Nos creíamos superiores porque nosotros leíamos a Kant mientras desayunábamos chorizo sin habernos levantado aún de la cama. Salíamos de la ducha y nos secábamos moviendo violentamente nuestras carnes para gran repugnancia de los fibrosos del vestuario. Nos imaginábamos que corrían en la cinta porque habíamos atado una zanahoria a una caña de pescar y se la habíamos puesto delante de las narices...¡Qué risa! ¿Recordáis el día que uno de ellos la cogió? Y la tiró porque aportaba 20 calorías extras a su dieta. Nosotros la recuperamos, la rebozamos, la freímos y descubrimos una forma de comer verdura que sí nos gustaba. ¿ Y qué me decís de las cañas y tapas de después? Si era la gran motivación que encontraba para subirme todos los días a una bicicleta y pedalear sin dirigirme a ningún sitio.
Ahora estoy sola en un mar de anabolizantes y músculos definidos. Todos me miran con lástima y rencor. Saben que soy superior intelectualmente y sospecho que están tramando un plan para inflarme a collejas mientras estoy indefensa con 200 gramos de terribles mancuernas en cada mano.
Tengo miedo.
Si estuvieseis vosotros a mi lado... Si contase con vuestra celulitis para apaciguar los golpes... Si tan sólo pudiésemos jugar una vez más a "arropa que hay poca" con el monitor jovencito de los huesos tiernos y fácilmente fracturables... Si  al menos me sintiese acompañada en esta amenaza de diabetes e infarto de miocardio.... Si pudiésemos volver a ser los gordos que orgullosamente fuimos...
Aún tengo esperanza de encontraros.
Sólo le pido a Dios que no hayáis adelgazado.